Receta sencilla, llena de sabor, con textura cremosa y capa crujiente.
*Receta nivel: Fácil
Coloca en un cazo la leche junto con la cáscara de limón, el azúcar blanco, la canela y ponlo a calentar a fuego medio.(No tiene que llegar a hervir, cuando esté a punto de hacerlo retíralo del fuego)
En un bol coloca las yemas y bátelas ligeramente con ayuda de unas varillas.
De la leche aún caliente, separa aproximadamente medio vaso y disuelve en ella la maicena.
Añade esta última mezcla a las yemas y remuévelo muy bien hasta integrar por completo.
Ahora, retira la cáscara de limón de la leche y sin parar de remover con las varillas, incorpora la mezcla de las yemas al cazo donde está la leche y ponlo al fuego de nuevo (a temperatura suave) hasta que la crema espese.
Reparte la crema en los recipientes donde lo vayas a servir y cuando temple un poco mételo en el frigorífico un mínimo de 2 horas.
Justo antes de servir la crema, espolvorea un poco de azúcar moreno y quémalo con ayuda de un soplete de cocina para crear un caramelo crujiente y delicioso.
¡Ya está lista la receta de crema quemada para disfrutarla en cualquier momento!
*Mucho cuidado con los alérgenos